La historia de la escuela de Lonquén está muy ligada a la comunidad que la vio nacer hacia el año 1932 y cuyas actividades lectivas y educativas comenzaron en marzo de 1933. Dicho funcionamiento se realizó en las dependencias del Fundo Santa Elena y cuyo números asignado fue el 269.
Con el pasar del tiempo recibió el número 14 al formarse el Departamento Provincial de Talagante, dando inicio a un caminar que la hicieron destacada no solo en la comuna, sino que también en la región.
Hacia el año 1961 ya los cursos habían aumentado hasta sexto primario, y se contaba con dos profesores y un director.
El terremoto del 28 de Marzo de 1965 destruyó casi por completo las antiguas dependencias y se inició de inmediato la construcción de un nuevo establecimiento, el cual fue inagurado el 26 de agosto de 1966, con 4 salas de clases y una oficina de Dirección. Este hecho tan lamentable dió pie para ese mismo para que se instituyera El Juramento a la Bandera, que se convirtió posteriormente en una verdadera tradición.
En el año 1967 se completó la Educación General Básica del establecimiento, contando ya con cursos de primer año básico a octavo año, además de kinder, que corresponde al 2º nivel de transición.
Desde el año 1992 hasta la actualidad, la escuela ha sido beneficiada con diversos proyectos que van desde el plano de la infrestructura; al mejoramiento educativo, lo que ha iniciado favorablemente en el rendimiento de los alumnos y alumnas.
En 1997 se implementó la jornada escolar completa diurna, siendo pionera, en la comuna, en este sistema de la Reforma Educacional en Talagante.
Numerosos ha sido el estudiantado que se ha formado en las aulas de la escuela, los cuales se han convertido en personas de bien, y que han representado la escencia del Proyecto Educativo de la escuela, la formación en el afecto, la honradez, respeto y el amor, valores que los maestros y maestras han sabido infundir en ellos de la mejor manera.
Esta es parte de la historia que prosigue con el compromiso del equipo directivo, profesores, padres, apoderados, y autoridades de continuar formando almas nobles y generosas, como son los niños y niñas de esta hermosa Comunidad Educativa.
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